15.988 días después
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Resumen generado por IA
El autor recuerda el día de la muerte de Franco, evocando la atmósfera gris y lluviosa de Santander. Relata cómo su padre lo llevó al colegio, como ya había hecho tras el atentado a Carrero Blanco, y cómo ambos viajes fueron en vano al suspenderse las clases. El 20 de noviembre de 1975, Franco falleció, un evento que el autor, siendo niño, percibió a través del respeto y, más tarde, del miedo de sus padres.
Este resumen ha sido generado automáticamente por inteligencia artificial y puede contener imprecisiones.
Recuerdo el día de la muerte de Franco. Lo veo en gris. Quizá porque el recuerdo me lleva a Santander, la lluviosa ciudad en la que nací. Por segunda vez en mi corta vida mi padre me acompañó al colegio en coche. La primera fue el día del atentado contra Carrero Blanco. En ambas, el viaje fue de ida y vuelta tras comprobar que no había clase. El 20 de noviembre de 1975 había fallecido el anciano de voz gangosa al que escuchaban mis padres en la televisión con respeto. Luego comprendí que había en ello la sombra discreta del miedo.

Este artículo forma parte del especial sobre los 50 años de la muerte de Franco publicado por EL PAÍS
¿Qué impacto puede tener esta noticia?
Revivir la memoria de un evento histórico clave en la transición española.
Generar debate sobre el legado de Franco y su impacto en la sociedad.
Incentivar la reflexión sobre el miedo y el respeto en la España de la época.