De cercanía y con mayor calidad. Así evoluciona el café en España

De cercanía y con mayor calidad. Así evoluciona el café en España
Resumen generado por IA
El artículo explora la evolución del café, destacando cómo las nuevas formas de preparación y la búsqueda de la calidad han transformado la experiencia de tomar café. Se menciona el ejemplo de Marcos González, barista reconocido, y se explica el distintivo de 'especialidad' según la SCA. Además, se narra la historia de Mocay, una empresa familiar nacida del amor y la perseverancia, que se consolidó gracias a la calidad y el servicio al cliente.
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El café ya no se toma: su evolución y, especialmente, las nuevas formas de prepararlo lo han convertido en una oportunidad para saborear con detenimiento. Que Marcos González, considerado mejor barista de España según el certamen de la SCA (Specialty Coffee Association), dijera en marzo que su abuela dejó el café torrefacto y se ha aficionado al de especialidad, evidencia que, más que un gusto de modernos y sibaritas, las nuevas formas de producir y tomar esta bebida están ya asentadas. Un apunte para no los muy cafeteros: el distintivo de especialidad se logra con una puntuación de al menos 80 en una escala creada precisamente por la SCA, en la que se revisan acidez, cuerpo o fragancia. Muy lejos del torrefacto, que se tuesta con azúcar.
Un café por amor
La historia de Mocay está inevitablemente ligada al amor. Santos González era un hijo de jornaleros que trabajaba como camarero en el bar Amaya, un elegante local de Tudela (Navarra). Patrocinio Sangüesa era hija de un próspero comerciante local. Él se enamoró de ella, pero las diferencias de cuna eran insalvables: el padre de Sangüesa se negó a la unión. En lugar de rendirse, Santos se afanó en pedir préstamos de los clientes del bar y conseguir un terreno cedido por el Ayuntamiento. De esta forma, se embarcó en la construcción de un tostadero de café, con el objetivo de deslumbrar a Patrocinio y, sobre todo, a su familia. El nombre del negocio derivó del afamado café moca y la construcción del tostadero fue posible en 1953 gracias a la ayuda de sus hermanos. A los tres años ya era, como su futuro suegro, un empresario local. Y en 1957, al fin, Santos y Patrocinio contrajeron matrimonio. Pero su relación también consolidó la empresa: ella, formada, se dedicó a la administración del negocio, mientras que Santos se enfocó en las labores comerciales y creativas. La dupla consiguió aumentar la cartera de clientes, la marca se consolidó en Navarra y forjó su reputación en dos pilares: la calidad y el servicio al cliente.
Redacción:
Claudia Vila Galán
Coordinación editorial:
Francis Pachá
Diseño:
Juan Sánchez
Maquetación:
Sonia San José
Coordinación de diseño:
Adolfo Domenech
¿Qué impacto puede tener esta noticia?
Mayor interés en la calidad y el origen del café.
Crecimiento del mercado de café de especialidad.
Cambio en los hábitos de consumo de café, valorando la experiencia y el sabor.