El éxtasis póstumo de Santa Teresa de Jesús

El éxtasis póstumo de Santa Teresa de Jesús
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En la basílica de la Anunciación de Alba de Tormes, Salamanca, se exhiben las reliquias de Santa Teresa de Jesús, incluyendo su calavera, tras 111 años ocultas. El evento, que atrae a miles de fieles y curiosos, se caracteriza por una atmósfera de expectación y parafernalia, con sonidos como el tintineo de monedas, el crujir de bancos y el canto eclesiástico. Las reliquias, consideradas incorruptas, estarán expuestas hasta el 25 de mayo.
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El correr metálico de la moneda desde la ranura hacia el fondo de la caja de madera se convierte en tintineo al caer sobre un lecho de más calderilla que sirvió para iluminar otras velitas de la iglesia. El crujir de los bancos de madera donde se aposentan los fieles. El golpe solitario de una muleta al presionar la tarima. El tenue canto eclesiástico de los altavoces. El chasquido de un mechero prendiendo cirios. El bisbiseo de creyentes y/o morbosos al contemplar la calavera de Santa Teresa de Jesús (1515-1582) tras 111 años oculta. Detrás, en el retablo, el brazo y el corazón. Los pequeños sonidos reverberan en el pretendido silencio de la basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen en Alba de Tormes (Salamanca, 5.100 habitantes), donde las reliquias de la religiosa, pregonadas como incorruptas, se exponen entre expectación y parafernalia: la fe y la curiosidad atraen a miles de personas hasta que el domingo 25 de mayo vuelvan al reposo no tan eterno.