Las hijas de Hollywood ajustan cuentas con sus madres

Las hijas de Hollywood ajustan cuentas con sus madres
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Mariska Hargitay tenía tres años cuando su madre, la actriz Jayne Mansfield, falleció en un accidente de coche en 1967. Mansfield, una estrella erótica de Hollywood, viajaba en el asiento delantero mientras Mariska y sus hermanos dormían atrás. La muerte de su madre y la imagen de bomba sexual de Mansfield generaron en Mariska un conflicto que tardó años en resolver.
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Mariska Hargitay tenía tres años cuando su madre, Jayne Mansfield, murió en un accidente de tráfico. Era el año 1967 y Mansfield, estrella erótica del Hollywood de los cincuenta y sesenta, viajaba en el asiento delantero mientras Mariska y dos de sus hermanos dormían atrás. La actriz tenía 34 años y una carrera sepultada por su exuberancia: con aquellas curvas, nadie la tomó nunca muy en serio. El conflicto de Mariska con su madre viene de su (inevitable) ausencia y también de esa presencia de bomba sexual que la incomodó durante años y de la que renegó hasta que con el tiempo supo por fin reconciliarse con ella.