Un alpinista británico bate un récord de ascensos al Everest con 19 veces, pero sigue sin superar a los sherpas

Un alpinista británico bate un récord de ascensos al Everest con 19 veces, pero sigue sin superar a los sherpas
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A principios del siglo XXI, los sherpas, motivados por la jubilación, se propusieron alcanzar diez ascensos al Everest. Logrado el objetivo, invirtieron en lodges para turistas en el Valle del Khumbu. Sin embargo, la saturación de sherpas con múltiples ascensos hizo que el negocio perdiera atractivo. Esto impulsó a muchos a mudarse a Katmandú en busca de mejor educación, salud y calidad de vida para sus hijos.
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Justo con el salto al siglo XXI, los trabajadores de alta montaña de la etnia sherpa se fijaron el objetivo de firmar diez ascensos al Everest, o acercarse todo lo posible a tan redonda cifra. No les movía reto deportivo alguno, sino el horizonte anhelado de su jubilación, que conquistarían por efecto de una promoción propia. Los que lo lograron, compraron o construyeron un lodge, un albergue, en el Valle del Khumbu para acoger a las riadas de turistas en peregrinación fanática hasta el campo base sur de la montaña más elevada del planeta. Por la noche, los dueños se paseaban entre las mesas de sus comensales occidentales dejándose fotografiar y compartiendo entre sonrisas sus experiencias en lo más alto. Pero llegó un momento en el que la tendencia cambió, a la fuerza: había tantos sherpas con 10 o 12 cimas en el Everest, que el asunto dejó de ser un reclamo de comercio. Los vientos del cambio animaron a los montañeros sherpa a cambiar de aires y mudarse a la capital del país, Katmandú, buscando colegios y hospitales para sus hijos, así como todas las comodidades que no tuvieron en su infancia y juventud.