Un deseo cumplido para que los niños enfermos no dejen de soñar: “La magia existe”

Un deseo cumplido para que los niños enfermos no dejen de soñar: “La magia existe”
Resumen generado por IA
Uriel Morales, un niño de 11 años con distrofia de Duchenne, una enfermedad sin cura, encuentra consuelo en su pasión por el fútbol. Tras la frustración de no poder participar en un ensayo clínico, su madre contacta con la Fundación Pequeño Deseo, que le cumple el sueño de conocer a sus ídolos. La noticia destaca la importancia de la esperanza y el apoyo emocional para los niños con enfermedades graves.
Este resumen ha sido generado automáticamente por inteligencia artificial y puede contener imprecisiones.
Uriel Morales tiene 11 años y una enfermedad rara para la que todavía no existe cura, la distrofia de Duchenne, que afecta a uno de cada 5.000 niños, casi todos varones. De forma progresiva, paraliza los más de 600 músculos del cuerpo. El último en detenerse, el corazón, alrededor de la treintena. Desde la silla de ruedas escucha a su madre, Marisa Parra, contar su historia, de la que es consciente. Pero hay algo que mantiene su ilusión a flote: el fútbol. Seguidor acérrimo del Real Madrid y del Leganés, siempre soñó con conocer a sus ídolos en persona. Tras la muerte de sus abuelos y el aumento de las secuelas, cuando se quedó a las puertas de entrar en un ensayo clínico, Parra contactó con la Fundación Pequeño Deseo para levantarle el ánimo. “Fue el mejor día de mi vida”, dice el pequeño.
¿Qué impacto puede tener esta noticia?
Concienciación sobre la distrofia de Duchenne y otras enfermedades raras.
Inspiración para la investigación y el desarrollo de tratamientos para la distrofia de Duchenne.
Refuerzo del papel de las organizaciones benéficas como la Fundación Pequeño Deseo en la mejora de la calidad de vida de los niños enfermos.